martes, 27 de mayo de 2014

BIOGRAFÍA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR



Simón Bolívar

Cuando la Independencia de América comenzaba a pensarse con otros nombres y a iniciar su recorrido autónomo, nació en Caracas, el 24 de julio de 1783, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios. Venezuela era entonces una Capitanía General del Reino de España, en cuya población se respiraban resquemores por las diferencias de derechos existentes entre la oligarquía española dueña del poder, la clase mantuana o criolla, terratenientes en su mayoría, y los estratos bajos de pardos y esclavos.
Los mantuanos, a pesar de los privilegios que tenían, habían desarrollado un sentimiento particular del "ser americano", que los invitaba a la rebeldía: "Estábamos (explicaría Bolívar más tarde) abstraídos y, digámoslo así, ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del Estado. Jamás éramos virreyes ni gobernadores sino por causas muy extraordinarias; arzobispos y obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares sólo en calidad de subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados ni financistas, y casi ni aun comerciantes; todo en contravención directa de nuestras instituciones".

Ésta era, por lo demás, la clase a la cual pertenecían Juan Vicente Bolívar y Ponte, y María de la Concepción Palacios y Blanco, padres del niño Simón. Era el menor de cuatro hermanos y muy pronto se convertiría, junto a ellos, en heredero de una gran fortuna. Bolívar quedó huérfano, definitivamente, a los nueve años de edad, pasando al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de sus tío Carlos Palacios; ellos velarían por la educación del muchacho, mientras la negra Hipólita, su esclava y nodriza, continuaría ejerciendo sus funciones de cuidado.
Entre los valles de Aragua y la ciudad de Caracas discurrió la infancia y parte de la adolescencia del joven Simón. Combinaba sus estudios en la escuela de primeras letras de la ciudad con visitas a la hacienda de la familia. Más tarde, a los quince años de edad, los territorios aragüeños cobrarían un nuevo significado en su vida cuando, por la mediación que realizara su tío Esteban, "ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino" ante el rey Carlos IV, fuera nombrado "subteniente de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua".

Mientras esto sucedía, tuvo la suerte de formarse con los mejores maestros y pensadores de la ciudad; figuraban entre ellos Andrés Bello, Guillermo Pelgrón y Simón Rodríguez. Fue este último, sin embargo, quien logró calmar por instantes el ímpetu nervioso y rebelde del niño, alojándolo como interno en su casa por orden de la Real Audiencia; lo cual sería la génesis de una gran amistad. Pero ni esto ni aquello de la milicia fueron suficientes para aquietar al muchacho, y sus tíos decidieron enviarlo a España a continuar su formación.

La estancia en Europa
Corría el año 1799 cuando Bolívar desembarcó en tierras peninsulares. En Madrid, a pesar de seguir sus estudios, el ambiente de la ciudad le seducía: frecuentaba los salones de lectura, baile y tertulia, y observaba maravillado la corte del reino desde los jardines de Aranjuez, lugar éste que evocaría en sueños delirantes en su lecho de muerte. Vestía de soldado en esos tiempos en los cuales España comenzaba a hablar de Napoleón, y así visitaba al marqués de Ustáriz, hombre culto con quien compartía largas tardes de conversación.
En una de ellas conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, con quien se casaría el 26 de mayo de 1802 en la capilla de San José, en el palacio del duque de Frías. Mientras Bernardo Rodríguez, padre de la muchacha, decidía dar largas al compromiso, Bolívar los sigue hasta Bilbao y aprovecha para viajar a Francia: Bayona, Burdeos y París. Inmediatamente después de la boda se trasladan a Caracas y, a pesar de los resquemores que canalizaban los criollos a través de sus conspiraciones, Bolívar permanece junto a su esposa llevando una vida tranquila. Esto apenas duraría, sin embargo, pues María Teresa murió pocos días después de haberse contagiado de fiebre amarilla, en enero de 1803. Bolívar, desilusionado, decide alejarse y marcha nuevamente a Europa.
Los acontecimientos en Venezuela comenzaban a tomar aires de revuelta mientras el caraqueño Francisco de Miranda, desde Estados Unidos y las Antillas, preparaba una invasión que dibujaba la noción de Independencia. Ajeno a todo aquello, Bolívar se reúne con su suegro en Madrid, para trasladarse a París en 1804. Napoleón no tardaría en declararse emperador de Francia. Este último había organizado una clase aristócrata, hallada entre la burguesía, que se reunía en los grandes salones a los cuales asistía Bolívar en compañía de Fernando Toro y Fanny du Villars.
El todavía joven Bolívar, especie de dandy americano, se contagia poco a poco de las ideas liberales y la literatura que inspiraron la Revolución Francesa. Era un gran lector y un interlocutor bastante interesado en la política de la actualidad. En esos tiempos conoció a Alexander von Humboldt, expedicionario y gran conocedor del territorio americano, quien le habla de la madurez de las colonias para la independencia; "lo que no veo (diría Humboldt) es el hombre que pueda realizarla".
Simón Rodríguez se hallaba en Viena; Bolívar, al enterarse, corrió en su búsqueda. Posteriormente el maestro se trasladó a París, y en compañía de Fernando Toro emprendieron un viaje cuyo destino final era Roma. Cruzaron los Alpes caminando hasta Milán, donde se detuvieron el 26 de mayo de 1805 para presenciar la coronación de Napoleón, a quien Bolívar admiraría siempre. Después Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, Perusa y Roma. En esta última ciudad se produjo el llamado Juramento del Monte Sacro, en el cual, en presencia de Rodríguez y Fernando Toro, Bolívar juró "romper con las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".

Bolívar en un retrato realizado hacia 1805 en París
Evidentemente, esta circunstancia no nace en Bolívar ni se produce de forma repentina. El fervor del momento y sus conversaciones con importantes intelectuales de la talla, precisamente, de su maestro, le hacen comprender la situación de América respecto a España. Bolívar se entera de las fallidas expediciones libertadoras de Francisco de Miranda en Ocumare y la Vela de Coro, y decide emprender viaje de regreso.

La gestación de un ideal
Bolívar regresó a Caracas a mediados de 1807, tras una corta estancia en Estados Unidos, para retornar a su antigua vida de hacendado. José Antonio Briceño, un vecino de tierras y fincas, le esperaba con un cerco en sus tierras; tal asunto debía resolverse cuanto antes. Las incursiones de Miranda habían incorporado entre algunos caraqueños el concepto de la emancipación; sin embargo, la gran mayoría de los criollos se conformaba con rebelarse pasivamente violando las normas que se dictaban desde España.
Bolívar ya se había incorporado a las actividades de la conspiración (en 1808 ya conspiraba) cuando estalló la revuelta el 19 de abril de 1810. Las noticias del reino anunciaban la invasión de España por parte de las tropas de Napoleón y el secuestro del rey y su hijo Fernando. La situación era propicia para que el conde de Tovar presentara al gobierno un proyecto para crear una junta de gobierno adscrita a la Audiencia de Sevilla. Los criollos demandaban participación política. En un comienzo, las autoridades se mostraron reacias al proyecto, pero, posteriormente, ante el vacío de poder que se había creado, decidieron pactar con los conspiradores. Bolívar, enterado de la situación, abrió las puertas de "la cuadra de Bolívar" para incorporarse en las reuniones. Se negó categóricamente a participar en el proyecto de la coalición; para él, debía clamarse por la emancipación absoluta.
En las vísperas del jueves santo de 1810, arribaron a la ciudad los comisionados de la nueva regencia de Cádiz, órgano que actuaría en sustitución de Fernando VII para formar nuevo gobierno. El capitán general se les unió y al día siguiente los criollos le sitiaron y le obligaron a dirigirse al cabildo. La mitología venezolana recoge de esta fecha el instante en el cual Vicente de Emparan, capitán general, se asoma en el balcón del cabildo de Caracas para interrogar al pueblo enardecido acerca de la voluntad del mismo a continuar aceptando su mando, con el clérigo José Cortés de Madariaga detrás de él haciendo señas con su dedo al pueblo para que lo negasen. Tras un rotundo "¡No!" por parte de la población, Emparan dice: "Pues yo tampoco quiero mando". Estalló la famosa revuelta caraqueña que, sin proponérselo, daba inicio al proceso de Independencia de Venezuela. Se creó una Junta Suprema de Venezuela. Bolívar fue nombrado por ésta "Coronel de Infantería". Le fue asignada la tarea de viajar a Londres, en compañía de Andrés Bello y Luis López Méndez, en busca de apoyo para el proyecto del nuevo gobierno.
En Londres fueron recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores, Lord Wellesley, quien después de varias entrevistas terminó por mantenerse neutro frente a la situación. Bolívar, a pesar de ver frustrado el intento, encontró en esta coyuntura el último empujón que le faltaba para decidirse a entregar su alma y su vida por la idea de la emancipación absoluta de toda la América. La pieza clave de esta circunstancia la halló en la figura de Francisco de Miranda, ideólogo y visionario de la Independencia de América, quien ya había ideado, entre otras cosas, un proyecto para la construcción de una gran nación llamada "Colombia". Bolívar se empapó de las ideas de este hombre y las reformuló a lo largo de una campaña que duraría veinte años.
Bolívar regresó a Caracas convencido de la misión que decidió atribuirse. Miranda no tardaría en seguirlo; su figura era algo mítica entre los criollos, tanto por el largo tiempo que pasó en el exterior como por su participación en la Independencia de Norteamérica y en la Revolución Francesa. Casi nadie lo conocía, pero Bolívar, convencido de la utilidad de este hombre para la empresa que se iniciaba, lo introdujo en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía (creada en agosto de 1810). Ganados ambos a la idea de proclamar una Independencia absoluta para Venezuela, instaron a los miembros de la Sociedad a pronunciarse a favor de ello ante el Congreso Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue a propósito de ello que Bolívar dictó su primer discurso memorable: "Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos". El 5 de julio de 1811 el Congreso declaró la Independencia de Venezuela y se aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios entre los criollos, de los resentimientos entre castas y clases sociales, y de las incursiones de Domingo Monteverde, capitán de fragata del ejército realista, en Coro, Siquisique, Carora, Trujillo, Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas. Estaba claro que una guerra civil iba a desatarse de inmediato, pues la empresa en cuestión era todo menos monolítica. Bolívar tomaría conciencia del carácter clasista de la guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo de todas sus proclamas políticas. En esta oportunidad, sin embargo, le tocó defender la República desde Puerto Cabello. A pesar de su excelente labor política y militar en defensa del castillo, todo fue inútil; las fuerzas del otro bando eran superiores, y a ello se le sumaba la ruina causada por los terremotos ocurridos en marzo de 1812. El 25 de julio se produjo la capitulación del generalísimo Francisco de Miranda; si bien necesaria en su opinión, esta acción llenó de ira a Bolívar, quien, al enterarse de los planes de Miranda de abandonar el territorio, participó en su arresto en el puerto de La Guaira: "Yo no lo arresté para servir al rey sino para castigar a un traidor".
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde partió a Cartagena. Su intención, arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era encontrar apoyo en las fuerzas neogranadinas para emprender en Venezuela la reconquista de la República. "Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y políticas": con estas palabras prosiguió el Manifiesto de Cartagena, carta de presentación de Bolívar ante el Soberano Congreso, en el cual hace un diagnóstico de la derrota al tiempo que ofrece sus servicios al ejército de esa región. Los vecinos lo acogieron otorgándole el rango de Capitán de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el mismo procedimiento emprendió su arremetida hacia Venezuela. Se inició en mayo de 1813 la Campaña Admirable, gesta que consistió en la reconquista de los territorios del occidente del país y en forma simultánea los de Oriente a cargo de Santiago Mariño hasta entrar triunfalmente en Caracas en agosto del mismo año. ¡Vuelve la República! A su paso por Mérida le llamaban "el Libertador", y con ese nombre fue ratificado por la municipalidad de Caracas, que le nombró, además, capitán general de los ejércitos de Venezuela.

La guerra de liberación
Estaba claro que la naturaleza de la guerra era cambiante, lo cual no tardaría en demostrarse nuevamente. La astucia con la cual Bolívar intentó polarizar los bandos a través delDecreto de guerra a muerte de 1813 ("Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes. [...] Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables"), no fue suficiente para mitigar las diferencias existentes entre los ejércitos de pardos y negros frente a la gesta emancipadora. La furia de los ejércitos llaneros, al mando del asturiano José Tomás Boves, obligó al éxodo de Caracas en julio de 1814. La República cae nuevamente.

En la batalla de Araure (5 de diciembre de 1813)
Había que repensar la situación. Después de un corto pero victorioso tránsito por la Nueva Granada es nombrado general de división, y tras lograr la adhesión de Cundinamarca, capitán general de la confederación de la Nueva Granada, marcha hacia Jamaica en mayo de 1815. En Kingston se dedicó a divulgar, a través de una copiosa correspondencia con personalidades de todo el mundo, la intención de la guerra que se estaba librando en el territorio de la América meridional. Hasta entonces, el mundo sólo conocía la versión de los realistas.
De estos documentos divulgativos, el más famoso es laCarta de Jamaica. En ella reproduce el panorama de todas las luchas que se llevaban simultáneamente en América, especula acerca del futuro del territorio, y adelanta la idea de la unión colombiana. Y es que la escritura fue un capítulo importante en la vida de Bolívar. El poder que ejercía su pluma, puede decirse, le garantizó gran parte de sus triunfos. Revolucionó el estilo de la prosa haciendo de su letra el reflejo vivo de sus pasiones, pensamientos y acciones. Sus amanuenses y secretarios convenían en que los dictados del Libertador "tenían ganada la imprenta sin un soplo de corrección". Desde el despacho de Jamaica preparaba la nueva estrategia para Venezuela.
La reconquista de Venezuela tardaría seis años en conseguirse. Las expediciones se iniciaron en Margarita, continuaron su escalada por el oriente en dirección hacia Guayana, habilitaron la navegación del Orinoco en marcha hacia los llanos y, después, por el Ande hasta Boyacá y Bogotá, y desde el occidente hasta Valencia, para sellar la independencia definitiva en Carabobo, el 24 de junio de 1821.

La batalla de Carabobo
Fueron los tiempos de Pablo Morillo, enviado del ya liberado Fernando VII. Vencerlo fue tarea difícil, y Bolívar tuvo que emplear nuevas estrategias de adhesión: proclamó la libertad de los esclavos, ofreció tierras a cambio de lealtad militar. Obtuvo la lealtad de los ejércitos llaneros, al mando de José Antonio Páez, vitales en la liberación de esta contienda junto a un contingente importante de soldados y generales europeos, británicos fundamentalmente, quienes anhelaban unirse al Libertador. Simultáneamente, Bolívar se encargó de la reconstrucción política de la región: convocó un Congreso en Angostura en febrero de 1819, donde pronunció un célebre discurso en el cual instó a los representantes a proclamar una constitución centralista y la creación de la Gran Colombia.
El sur se encontraba en la mira de Colombia, es decir, de Bolívar. La liberación y adhesión de Quito y Guayaquil resultaba fundamental para mantener la hegemonía de Colombia en el continente. Ello fue logrado, desde el punto de vista militar, en la batalla de Pichincha, y desde el punto de vista político, por las negociaciones adelantadas por Sucre y Bolívar en la región. La jornada de Independencia, sin embargo, terminaría en Perú con las batallas de Junín y Ayacucho, en 1824.
El valor estratégico que tenía la liberación y conquista de este territorio por parte del ejército Libertador era promover la salida definitiva de los españoles del territorio americano. Pero, además, se trataba del triunfo de la ideología bolivariana republicana sobre la propuesta de construir una monarquía en los territorios del sur, defendida por la oligarquía peruana y secundada aparentemente por José de San Martín, "Libertador del Sur" y "Protector" de aquellas tierras. Ambos libertadores se reunieron en Guayaquil en julio de 1822 con el fin de tratar éste y otros asuntos relativos a la guerra. Nunca se supo de qué hablaron, pero el curso de los acontecimientos brinda la evidencia de un pacto en el cual San Martín cede. Bolívar anhelaba para el Alto Perú su reivindicación definitiva como tierra incaica frente a la devastadora clase dominante limeña. En ese territorio, después de la batalla de Ayacucho se construye una nación con el nombre de Bolívar (Bolivia). Sucre queda al mando y Bolívar regresa a rendir cuentas al Congreso colombiano; corría el año 1826.
Los meses que precedieron la muerte del Libertador en Santa Marta, en 1830, le significaron a Bolívar la evocación de la memoria de su amarga derrota política. La trayectoria desde lo alto de la cima del Chimborazo cuando Bolívar deliraba y se confundía con el "Dios de Colombia" hasta su renuncia a la presidencia de Colombia en abril de 1830, significó para Bolívar la lucha por la verdadera construcción de las naciones. Abogó en todo momento por la edificación de un Estado centralista que lograra cohesionar aquello que en virtud de la heterogeneidad racial, cultural y geográfica no resistía la perfección de una federación.
Todo fue inútil. Las pugnas caudillistas y nacionalistas vencieron y procedieron a la separación de Venezuela y Ecuador de la Gran Colombia. Recordaba a Manuelita Sáenz, su último amor y la "Libertadora" de su vida en el atentado del 25 de septiembre de 1828, en Bogotá; también evocaba otros amores y otros atentados. Lloraba la muerte de Sucre, recordaba y deliraba, y así murió, solo y defenestrado de los territorios que había libertado, por causa de una hemoptisis, en la Quinta San Pedro Alejandrino, el 17 de diciembre de 1830. En 1842 el gobierno de Venezuela decidió trasladar los restos de Bolívar, según su último deseo. Desde entonces, su legado ha devenido mito y veneración como "fundador de la patria".

PERFIL DE LOS LICEOS BOLIVARIANOS EN VENEZUELA


A RAZÓN DE LOS CAMBIOS  QUE SE HAN OPERADO DENTRO DEL CONTEXTO EDUCATIVO, LOS LICEOS BOLIVARIANOS SON ALTERNATIVAS ÚNICAS DE CAMBIOS EN LOS PARADIGMAS DE LA EDUCACIÓN. EL PAÍS CUENTA CON UNA GRAN ESTRUCTURA Y TALENTO HUMANO PARA EL DESARROLLO DE LAS POTENCIALIDADES, POR ELLO LA EJECUCIÓN DE UN PLAN ESTRATÉGICO EN EL LICEO BOLIVARIANO SIMÓN BOLÍVAR DEL MUNICIPIO MIRANDA DEL ESTADO FALCÓN. SÍGUENOS Y CONOCE COMO NOS DESARROLLAMOS EN EL SISTEMA EDUCATIVO, A LA VANGUARDIA.

http://www.me.gob.ve/

viernes, 23 de mayo de 2014

MAS SOBRE EL LICEO SIMÓN BOLÍVAR

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
Liceo Bolivariano “Simón Bolívar”
Santa Ana De Coro – La Velita – Coro-Edo. Falcón.

MISION

Promover  la formación integral del niños, niñas y adolescentes, basado en valores ciudadanos y culturales, capaces de aprender a emprender eficientemente la transformación de la realidad social educativa, orientada en los principios crear, convivir, participar de manera protagónica, valorar y reflexionar, desarrollando actitudes, aptitudes y virtudes en la adquisición de saberes y aprendizajes escolares tomando como base los proyectos educativos y socio productivo; vinculados a las acciones ambientales y productivas propias de la localidad, región y país.


VISION

Ser un centro educativo integral en función del desarrollo biopsicosocial del individuo que impulse la participación protagónica  en los proyectos educativos y socio productivo, desde una perspectiva holística consustanciado con la realidad local, regional y nacional. 




MAS SOBRE EL PROYECTO PNFA 2014

Ø Ubicación geográfica de la comunidad:

            La   Velita   pertenece  a  la  parroquia  San  Antonio, Consejo Comunal  número 9, está ubicada al Oeste de la ciudad de Santa Ana de Coro, Municipio Miranda del Estado Falcón.

Ø Límites:

            Al Norte: Parroquia Santa Ana
            Al Sur: Carretera Falcón – Zulia
            Al Este: Quebrada de Chávez
            Al Oeste: Kilómetro 7

Ø Historia Local:
         
          El nombre de La Velita se debe al hecho de la existencia de una capilla de las que por tradición, se coloca como tributo a la memoria de alguien que ha muerto en el mismo lugar donde se levanta la capilla.

Ø Origen del Nombre:

            Corrían los años 60, cuando los habitantes de Coro al complementar sus diarias faenas, se dedicaban a la práctica de algún deporte o al ejercicio de la cacería. Muchos lugareños practicaban estas actividades en la zona que mejor les complaciera, por ejemplo: los vecinos cercanos de Pantano Abajo, Las Panelas y Curazaito tenían  por preferencia realizar sus cacerías en el lugar que antes se llamaba “Sabanita”. Este era un sitio rodeado de tunas, cardones, pringamozas, cujíes y otras especies de arbustos, donde abundaban los conejos, las iguanas y los bisures.
            Una noche del año 1962, cuando los cazadores se dirigían al lugar a su práctica cotidiana, observan que un grupo numeroso de personas corrían de un lado a otro en un estado de preocupación y alarma por un hecho de sangre ocurrido en aquel lugar por una pelea entre dos individuos. Uno de los sujetos tenía un arma cortante con la cual le produjo una herida de gravedad a su contrincante y éste, al darse cuenta de  la gravedad de la lesión, se dio a la fuga poniendo fin a la discusión.

            El  joven apuñalado se adentró en el monte espeso existente en Sabanita, por lo cual no fue posible en altas horas de la noche dar con el paradero de este joven, sino a mediados de la cinco o las seis de la mañana cuando localizaron su cuerpo inerte y desangrado. Se decía que su muerte había sido consecuencia de una disputa por una jovencita, y no pudo vivir para contarlo.

            Lo cierto es que, pasados los días de esta tragedia no se podía decir con acierto lo que ocurrió, pero alguien instaló una lata en forma de túmulo donde se prendían velas como homenaje o recordatorio de aquel joven trágicamente fallecido. Cada vez, quienes concurrían a realizar sus cacerías, ponían al pasar una que otra piedrita como homenaje de los cazadores y a veces una que otra vela. Así fue aumentando la tradición.

            Con el transcurrir del tiempo desapareció el nombre “La Sabanita”, quedando identificado todo lo que hoy conforma esta urbanización como “La Velita” y no “Las Velitas” como suelen llamarles algunos.

            La comunidad de La Velita nace como consecuencia del crecimiento poblacional de Santa Ana de Coro y por consiguiente del Estado Falcón. El déficit habitacional, obligó a los entes gubernamentales a construir una serie de soluciones habitacionales a nivel nacional, previstas para la época, y que contemplaba la construcción de edificios y casas.
  

            En tal sentido, en el año 1979, se comienza la construcción del complejo habitacional “La Velita “, las cuales se encuentran en tres subsectores, denominados: Velita II-A, Velita II-B y Velita IV, además tener como aledaño las Urbanizaciones Santa María y Santa Paula. Para el año 2011 se dio inicio a nuevas urbanizaciones: velita V conformada en bloques, la cual lleva el nombre 480 años ciudad de coro y casas “Bolívar Libertador”
 Reseña Histórica de la Institución

   El   Liceo   Bolivariano   Nacional   “Simón Bolívar”   esta  ubicado en la Urbanización La Velita I, de Santa Ana de Coro Estado Falcón; su fundación  surge como consecuencia de la Reforma Educativa y del ensayo de la escuela de nueve años. El 01 de Octubre del año 1980, por disposición de los representantes de la Zona Educativa Falcón, se proyecta su funcionamiento provisional en la sede del Ministerio de la Juventud, ubicada en la calle el Sol entre Millán y Milagros.

   Posteriormente, el 29 de Octubre del mismo año en Asamblea de la comunidad educativa conjuntamente con los miembros de la Sociedad de Padres y representantes, el cual procedía el Sr. Nicolás Salimas, donde  se propuso que la Institución  llevara el nombre de “Simón Bolívar” en homenaje al Bicentenario del nacimiento del Libertador, siendo aprobado por el Ministerio de Educación.

   Cabe destacar que su tren lo conformaban los y las Profesora Mary Burgos de Valle como Directora, Nelo Rodríguez y Oscar Hernández ambos Sub Directores, con un colectivo de (26) Docentes, (01) Secretaria, (01) Biblioteca y (03) Obreros.  Un año después comienza en su nueva sede como Escuela Básica en ambos turnos donde funciona actualmente, la misma se construyo con la capacidad para albergar una población de (400) Estudiantes correspondiente a la Urb. Velita I, y debido a los pocos habitantes del sector fue asumiendo la captación de estudiantes de otras comunidades adyacentes como: Urb. Cruz Verde, La Florida, 28 de Julio, La Cañada, Zumurucuare, El Recreo, La Urbina etc.  La población fue creciendo debido al surgimiento de otros sectores aledaños a la institución  como: La Velita VI, Santa María, Monseñor Iturriza, Urb. Los Médanos (Fundabarrio), Santa Paula, Ciudadela entre otros. Por otra parte se desempeñaron como Directores encargados las Profesoras Rita Piña, Adahil Jiménez, además de Carmen Cuba de Delmoral, Yrma Diez, Yudith Hurtado y Dalia Oduber como Sub Directoras encargadas; se trabajaba por área aplicando el modelo U.C.A. y U.G.A.

    Para el año 1.999 asume el Profesor Tulio Graterol como Director Titular, con un equipo distribuido de la siguiente manera: Sub Directoras encargadas Egilde Flores, Omaira Leal y Marina Ocando de la media general, por el nivel primaria Leonarda Reyes, Yraima Chirinos y Mercedes de Bracho, Coordinadores de área (05), Control de Estudio Licdo. José Hernández y Profesora Eliana Coronado, Apto de Atención Integral Magíster Wilfredo Martínez, prof.  Martha Ortiz y Licda. Eyra Bravo en defensoría del niño niña y adolescente, Dpto. de Planificación y Evaluación, se comienza a trabajar utilizando como herramienta de planificación los proyectos pedagógicos aula que partían de los llamados proyectos pedagógicos del plantel.  Cabe señalar que lo conformaban los colectivos (115) Docente, (28) Administrativos, (47) Obreros, (1.856) Estudiantes, distribuidos en ambos niveles, padres y representantes (1.200).

   Es importante acotar que para el año 2007-2008 aún permanecían activos en la Institución están la Prof. Josefa Suárez y la Sra. Mary Oduber (Secretaria) con una Asociación Civil representada por el T.S.U. Ulman Salas, Rafael Arrieta y Reina Cabrera. Luego para el año 2009-2010 es nombrado por medio de asamblea general de padres y representantes, el Dr. Humberto Miquilena, Orso Gómez y continua como tesorero Rafael Arrieta. Para el 2010-2011 los números representantes de la asociación civil, pasan a ser: Jesús Arias,  Gregoria Fernández y Xislemar Romero.

     Para el año escolar 2006/2007 dentro de la nueva estructura bolivariana, la Institución pasa a Liceo Bolivariano “Simón Bolívar”
Durante la gestión del Prof. Tulio Graterol se consolidaron los siguientes logros:

·  Sala de Computación el cual lleva por nombre Tulio Graterol
·      Equipo de Computación con red Internet, aunado a ellos donaciones de (10) computadoras por FUNDATEC
·      Fotocopiadora (labor social)
·      Pizarras Acrílicas
·      Creación de los Departamentos:
·      Atención Integral
·      Planificación y Evaluación (Nivel Primaria)
·      Equipo de Formación (Asesoras Pedagógicas)
·      Mejoras del espacio ornato y ambiente
·      Polo por la Paz, plaza de estudio y gruta de la Virgen (Proyecto logrado por la Prof. Leonarda Reyes, quien para ese entonces era Sub Directora del nivel primaria)
· Acondicionamiento de (5) aulas (aporte de recursos por los representantes y estudiantes de los 4tos y 5tos años)
·      Culminación de (3) aulas, sala de computación (en anexo)
·      Cancha techada
·  Huerto escolar (logrado por la Licda. Sughey García)

  Por otra parte para el año escolar 2009-210 al 2011-2012, asume como Directora encargada la Licda. Egdy Sangronis con el mismo equipo de consejo técnico asesor Sub Directora Académica, Prof. Marina Ocando, Sub Directora Administrativa (E) Licda. Roselys de Lima, Sub Directora I turno, Licda Mercedes de Bracho, Prof. Mayrelis Fernández II turno, Coordinadores: 1er año Prof. Fátima Reyes, 2do año Licdo. Fermín Hernández, 3er año Prof. Antonio Paris, 4to año Licda. Deborah Tabban, 5to año Licda. Josefa Suárez. Cabe destacar que en su gestión logro:

Ø Aporte de PDVSA equipo de computación
Ø Adquisición con la asociación civil de video been
Ø Compromiso con el programa gótica de amor  (pintura y herrería)
Ø Alianza institucionales e inter-institucionales (murales).
Ø Proyecto Canaima del nivel primario (2do a 4to grado)

 Para el año 2012-2013 asume como directora encargada MSC. Marina Ocando conjuntamente con el equipo técnico, directivo: Sub directora académica Esp. Planificación y Evaluación. Thais Chirino, Sub directora administrativa Josefa Suarez. (Turno I) Sub directores del nivel primaria Lcdo. Manzur Rujana,  Lcda. Hercary Antequera, (Turno II).